Entre viejas torres de ordenador y
viejas impresoras con colores que nos llevan al pasado; duerme él. Despierta
cada mañana con un Brick de Biofrutas Tropical que se encarga cada tarde de
comprar y añadir a su frigorífico antes de dar por concluida la jornada. Pasa
largas horas desentrañando antiguos aparatos electrónicos. Conoce el interior
de móviles Siemens. Conoce el secreto de por qué esta empresa dejó de
fabricarlos. Faxes Sony antiguos y placas base desmenbradas. Televisores Nokia
retirados y Radios Fujfilm que algún día retransmitieron programas que alguien
escuchó con atención. Registra cada lugar de la Web como si allí hubiese
olvidado algo y buscase recuperarlo. No pestañea mientras desliza el ratón por
la almohadilla. Esa flecha se desplaza por el escritorio en busca de
información. Cualquier documentación puede ser utilizada para comprender un
poco mejor los sistemas de telecomunicaciones virtuales y digitales del S.XXI.
Busca, busca. Resistencias y Leds. Noches y Flexos. Rastreando foros lo ha
hallado: El vídeo que andaba buscando desde hacía tanto tiempo y que no
esperaba para nada. Llega como un choque de realidad desde la Deep-Web. Un
cáncer virtual. Un peso del que no será demasiado fácil librarse. En la base de
datos de cierta empresa mexicana dedicada al tráfico de armas muestran vídeos
de como ciertos capos de un Cartel de Ciudad de Juarez prueban su mercancía
armamentística con decenas de inocentes. A él, no le supone excesivo esfuerzo
emocional ver esa serie de proyecciones pero al final de la reproducción hay
alguna extraña sensación que le inquieta. Su ordenador se bloquea durante
varios segundos y su mente queda tan en blanco como su computadora. A4 ante un
escritor frustrado. Vuelve a la realidad, cierra la pestaña desde el servidor
Onion y estira su mano derecha hasta la caja de herramientas metálica
color azul. Extrae un destornillador y se levanta con dirección al último disco
duro externo que está desguazando. La chatarrería electrónica y yo -se dice
para sí-.
Han pasado tres noches y dos mañanas y el
Brick verde se encuentra vacío junto a la lamparita de inspiración barroca y el
cenicero de cristal impoluto. Alguien toca a la puerta con dos golpes secos y
fuertes. Tres segundos de espera y tres golpes más fuertes. ¡Interpol! ¡Abra la
puerta!
Las hojas de Dionisio |