
Entre las 14:21 y las 15:13 del Martes 23 de Marzo, Martin y Jonhy Walker se encuentran sentados en una de las mesas en la conocida hamburguesería Peggy´s Sue saboreando una magnífica hamburguesa de Carne Norteamericana Angus, mientras conversan por los negocios familiares de su difunto padre. Jonhatan Walker murió a la edad de los 69 años de cáncer de pulmón sin dejar clara su herencia que no había sido poca. Desde joven, acumuló bienes y capitales gracias únicamente a su intelecto para las finanzas. Pues cuándo empezó; apenas tenía medios para llevar a cabo un pequeño negocio de Cafés rápidos que velozmente fue en auge gracias a su simpatía y sus conocimientos neo-liberales. Smith y David Ricardo. Jonhy Walker está dispuesto a llegar lejos para defender su superioridad filial respecto a Martin. Incluso habla de su nombre, diminutivo de Jonhatan. También es el mayor. Martin ha dedicado más tiempo a las empresas, pero ése no es recurso para Jonhy pues teóricamente le han dedicado el mismo tiempo aunque ambos saben que no. Jonhy resalta su superioridad económica. Martín sus facultades humanistas. Jonhy presume de sus contactos, Martin habla de su familia. El dilema es insoluble y para ellos irresoluble. La resolución evidente y lejana, muy lejana. Entre esos vínculos genéticos dista la infinidad del baile de la armonía fraternal. "Si por lo menos Papá hubiera dejado algo por escrito, pero es que siempre el cabrón creando conflicto". Aquí se produce un punto de inflexión clave para el entendimiento de la discusión familiar. Martín vuelve a bajar la cabeza y piensa en que su padre a pesar de lo estricto y decimonónico que era: siempre sufrió por ellos. Su hermano nunca fue consciente y por lo visto continuaba en las mismas tras esos años de distanciamiento. Recordó como la pelota azul y roja nunca llegó a rodar por su cuarto La resolución final al conflicto viene de los cinco dedos de la Justicia Nacional, en la C/ General Castaños; Nº1.